En los andares de nuestro México, hay diferentes caminos que nos llevan sin lugar a dudas a maravillosos lugares mejor conocidos como “Rincones de México”, éste parece ser el caso de “La Rumorosa”. En nuestra reciente visita a Mexicali, pudimos darnos cuenta que La Rumorosa se ubica a tan solo 40 minutos de ésta ciudad, lo que corresponde a 78 km por la carretera Mexicali-Tijuana, una zona montañosa que según data su historia era una superficie cubierta de pinos, ahora convertido en un desierto que llega a tener una temperatura hasta de 50°C.
La Rumorosa gana éste nombre debido al soplido de los fuertes vientos que corren en dicho lugar, simulando rumorar entre las planicies de las rocas gigantes que allí habitan. Actualmente en la rumorosa, se han podido encontrar atractivos naturales como pinturas rupestres, caprichos de la naturaleza formando figuras en las rocas debido a la erosión del viento y hermosos paisajes nevados en el invierno.
Camino de Tijuana a Mexicali, pudimos observar casi de manera sorprendente la zigzagueante carretera y sus peligros, pues su altitud y lo grotesco de las piedras rocosas, hacen de La Rumorosa casi una amenaza para los viajeros. Innumerables accidentes por las inclemencias del tiempo hasta por imprudencias nos hicieron presenciar un espectáculo impactante al fondo de los barrancos, pues automóviles convertidos en chatarra ponen en marcha la imaginación haciéndonos presenciar éstos devastadores acontecimientos.
Si nos internamos más al centro de la carretera, podemos encontrar paradisíacos paraderos donde los viajeros pueden disfrutar de una basta y exuberante fauna desértica como el borrego cimarrón, la ardilla, aves como el águila y el halcón, considerando el lugar como una zona natural protegida.
Si usted como viajero considera el tiempo a su favor, los accesos, senderos e instalaciones de La Rumorosa, le permitirán vivir una agradable aventura, pues ésta maravilla natural ofrece actividades ecoturísticas como el ciclismo, observación de aves o paisajes históricos y culturales donde usted ayuda a recaudar fondos para la preservación de la misma.
Según anécdotas vividas, en La Rumorosa se puede presenciar el solsticio de invierno, un espectáculo geográfico que sería casi inevitable perderse por los habitantes de la zona y los viajeros mismos.
Una de las recomendaciones que se hace para dicho lugar es evitar la caza y la contaminación, pues además una de las grandes problemáticas que aún no se han podido evitar son las destrucciones que se han dado desde años atrás por los polleros, ya que para resguardarse del invierno talaban indiscriminadamente los pinos para protegerse de las bajas temperaturas del lugar.
La Rumorosa es, sin lugar a dudas una imponente arquitectura natural que advierte sea admirada con total precaución por los peligros constantes de la misma, lo cuál nos alerta para usar cinturón de seguridad, manejarla descansado y en un estado total de sobriedad para poder admirar y disfrutar al 100% de las maravillas que existen en dicho lugar y en otros rincones de México.
La Rumorosa gana éste nombre debido al soplido de los fuertes vientos que corren en dicho lugar, simulando rumorar entre las planicies de las rocas gigantes que allí habitan. Actualmente en la rumorosa, se han podido encontrar atractivos naturales como pinturas rupestres, caprichos de la naturaleza formando figuras en las rocas debido a la erosión del viento y hermosos paisajes nevados en el invierno.
Camino de Tijuana a Mexicali, pudimos observar casi de manera sorprendente la zigzagueante carretera y sus peligros, pues su altitud y lo grotesco de las piedras rocosas, hacen de La Rumorosa casi una amenaza para los viajeros. Innumerables accidentes por las inclemencias del tiempo hasta por imprudencias nos hicieron presenciar un espectáculo impactante al fondo de los barrancos, pues automóviles convertidos en chatarra ponen en marcha la imaginación haciéndonos presenciar éstos devastadores acontecimientos.
Si nos internamos más al centro de la carretera, podemos encontrar paradisíacos paraderos donde los viajeros pueden disfrutar de una basta y exuberante fauna desértica como el borrego cimarrón, la ardilla, aves como el águila y el halcón, considerando el lugar como una zona natural protegida.
Si usted como viajero considera el tiempo a su favor, los accesos, senderos e instalaciones de La Rumorosa, le permitirán vivir una agradable aventura, pues ésta maravilla natural ofrece actividades ecoturísticas como el ciclismo, observación de aves o paisajes históricos y culturales donde usted ayuda a recaudar fondos para la preservación de la misma.
Según anécdotas vividas, en La Rumorosa se puede presenciar el solsticio de invierno, un espectáculo geográfico que sería casi inevitable perderse por los habitantes de la zona y los viajeros mismos.
Una de las recomendaciones que se hace para dicho lugar es evitar la caza y la contaminación, pues además una de las grandes problemáticas que aún no se han podido evitar son las destrucciones que se han dado desde años atrás por los polleros, ya que para resguardarse del invierno talaban indiscriminadamente los pinos para protegerse de las bajas temperaturas del lugar.
La Rumorosa es, sin lugar a dudas una imponente arquitectura natural que advierte sea admirada con total precaución por los peligros constantes de la misma, lo cuál nos alerta para usar cinturón de seguridad, manejarla descansado y en un estado total de sobriedad para poder admirar y disfrutar al 100% de las maravillas que existen en dicho lugar y en otros rincones de México.
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