Navegar en el increible mar de las palabras exóticas y singulares de nuestra lengua, me llevó a lejanos puertos mejor, conocidos como composiciones...
HISTORIA Y MOCEDAD..
Surcan en la mente ruerdos por doquier
de aquel contacto que me supo a frio y alcoho.
La mirada se hizo inerte cuando tu materia
palpó aquel obscuro valle de fiesta,
tus labios insistentes obstruyeron el habla,
y el testigo es un lugar inexistente.
Tus palabras fueron música a mi silenciosa alma
y pedían sincesar mis trepidantes labios.
Y ésta historia sigue latente en el recuerdo,
para dejar eternamente marcado al corazón.
Y ésta historia inmune sigue reproduciendo
el sabor a frio y alcohol, que es historia y mocedad.
Y los labos degustaron el sabor de la pasión,
e impidieron permutar por años tu nutrida esencia.
Acecharon el momento exacto en que la debilidad
desbordaba sus vastas formas y colores.
Condenaste mi sentir con tu infalibe acritud
que mi mente comenzó a menguar aquella sapidéz,
Hoy se incrusta en el recuerdo la esperanza y la ilusión,
para darle a aquel amor el galardón de la pasión.
Surcan en la mente ruerdos por doquier
de aquel contacto que me supo a frio y alcoho.
La mirada se hizo inerte cuando tu materia
palpó aquel obscuro valle de fiesta,
tus labios insistentes obstruyeron el habla,
y el testigo es un lugar inexistente.
Tus palabras fueron música a mi silenciosa alma
y pedían sincesar mis trepidantes labios.
Y ésta historia sigue latente en el recuerdo,
para dejar eternamente marcado al corazón.
Y ésta historia inmune sigue reproduciendo
el sabor a frio y alcohol, que es historia y mocedad.
Y los labos degustaron el sabor de la pasión,
e impidieron permutar por años tu nutrida esencia.
Acecharon el momento exacto en que la debilidad
desbordaba sus vastas formas y colores.
Condenaste mi sentir con tu infalibe acritud
que mi mente comenzó a menguar aquella sapidéz,
Hoy se incrusta en el recuerdo la esperanza y la ilusión,
para darle a aquel amor el galardón de la pasión.
Y ésta historia sige latente en el recuerdo,
para dejar eternamente marcado al corazón.
Y ésta historia inmune sigue reproduciendo
el sabor a frio y alcohol, que es historia y mocedad.
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